Música.

No es sólo una palabra. Música es sentir, que se te pongan los pelos de punta. Ver como cada nota de cierta canción te recorre el cuerpo haciéndote sentir un escalofrío. Música es vida. Respirar. Sentirte vivo. Música son personas, momentos, lugares. Me gusta sentir todo eso y me llena de orgullo hacérselo sentir a la demás gente que va a verme y me apoya.
Recibir los aplausos de la gente te llena tanto por dentro... bajar de un escenario y recibir felicitaciones, que te digan lo bien que lo has hecho, lo bien que cantas... y no es solo eso: ver las sonrisas de la gente al decirte esas cosas, te llena de felicidad.

¿Qué tendrás?

No sé si es tu físico, tu manera de ser, un conjunto de las dos cosas, o quizás tengas otra cosa que me haga sentir tan bien cuando estoy contigo. Todo es tan extraño... siento que te quiero, pero podría quererte más. Y también menos, claro está. Gracias por hacerme sonreir en todo momento, con cada gesto o palabra. Eres muy importante para mí.

Amistad.

Amistad. Démosle la vuelta: datsima. Cambiémosle solo el principio: máxima.

La amistad es donde vas a encontrar la máxima alegría,  la máxima felicidad, donde vas a sacar la máxima sonrisa. La amistad no es ningún juego, y si así es como te lo quieres tomar, adelante. Solo tienes dos maneras de salir: ganando o perdiendo.

¿Qué sentirías al perder a tus grandes amigos? ¿A quién le contarías las cosas tan abiertamente y quien te respondería de la manera que ellos lo hacen? En esta vida hay que aprender a valorar las grandes cosas y una de ellas son esas personas que hacen tus días más amenos, que saben el momento en el que estás mal hasta cuando estás de espalda. Los que no permiten que se te acumulen lágrimas dentro de los ojos y te eches a llorar.  Son los que cuando te ven mal te sueltan un: ‘¿a quién hay que pegar?’.  A nosotros. A los que no apreciamos lo que tenemos en las manos y  sin querer llega un día en el que perdemos lo que más falta nos hace. Los amigos.

Perfección.

Un adolescente que trata de parecer algo mayor. Su pelo corto y rubio hacían caer una cascada por su nuca. Sus ojos azules... pintados a la perfección y que transmitían paz, tranquilidad, inocencia y sensualidad. Labios carnosos dibujados de rosa ligeramente abiertos. Perfectos para besarlos. Su ropa invitaba a imaginar otro mundo. Pantalones anchos y camisetas poco justas al pecho. Su forma, sus curvas redondeadas que se encontraban bajo la ropa. Caminaba hacia mí, contenía la respiración.

.

No sé si es un sentimiento o una costumbre, una rutina. No sé si necesito que estemos juntos o tan solo tenerte cerca. No sé. Pensaba que sabía mucho más que esto y ahora me doy cuenta de que no tengo idea de casi nada. Podrías enseñarme, o podríamos aprender juntos. No sé ni si quiero. Me apetece... lo que me apetece. Ahora mismo me dan ganas de comerte a besos, pero ya ves... no creo que deba hacerlo, no sé.

Carta de despedida.

Hola, soy yo de nuevo. Queria decirte que hoy te he echado de menos. Me han faltado tus abrazos y tus besos y ha llegado un momento en el que pensé que más tarde me podría faltar el aire. Me es muy difícil escribir en esta hoja de papel ya que está mojada por mis lágrimas y poco a poco se rompe. Como lo nuestro. Se hunde y no podemos hacer nada para salir a flote. Lo hemos intentado todo pero ya es tarde... cada uno de nosotros nos hundimos en distintas direcciones. Te voy a echar mucho en falta. Nunca he conocido algo tan bonito como esto, pero ya no funciona. Creo que lo mejor será que nos despidamos sin decirnos 'adiós' sino un jodido 'hasta la vista'. De esos que duelen, que te van a cambiar la vida, de esos en los que te arriesgas a perder para siempre a una de las personas más importantes y que tanto han significado para ti. Ha llegado el momento... hasta la vista, espero volverte a ver.

Todo lo que quiero.

Todas las personas tarde o temprano se cansan de fingir que son fuertes y callar todo lo que sienten. Tú eres la persona con la que me apetece hablar al acabar el día, la que me hace olvidar mis problemas, que me hace sentir como si sólo estuviésemos los dos en el mundo. Contigo soy yo. Quiero hacerte feliz, quiero ser la que sueñe contigo de día y de noche. La que reciba tus abrazos, el motivo de tus sonrisas... quiero quererte. Más de como lo hago ahora. Quiero hacerte feliz, despertarme contigo, cuidarte, hacerte enfadar y reír juntos después de un segundo. Quiero que todo, siempre nos vaya bien.

Completos desconocidos.

Jamás pensé que podría llegar a fallarte una de las personas que más quieres. Solamente por el hecho de estar en tu vida no tiene derecho a reformarla a su manera. Tu vida es tu vida, no la de nadie más. Déjales que entren con la condición de que dejen todo organizado tal como tú lo tienes. ¿Para qué entrar a desorganizar? Para eso tienes tu vida, deja la mia tranquila o ¿conoces eso de dos personas que juntas son sólo una y de la noche a la mañana son como completos desconocidos...?