Compatibilidad amor y distancia.

No puedo repetirte otra vez lo que te dije hace unos cuantos minutos. Supongo que sería muy repetitivo. ¿Sabes que eres especial? eso no me voy a cansar de decírtelo nunca por mucho que nos cansemos.

La distancia no va a conseguir separarnos. Vamos a ser fuertes y derrumbaremos a los problemas. Nada va a poder con nosotros. Somos lo que somos. Solos no podemos con nada pero cuando nos juntamos somos invencibles. Debemos pensar en positivo, no podemos dejar las cosas así, como están. Tenemos que hacer que esto salga más a la luz. Tenemos que volver a nacer. Juntarnos cada vez más, no dejar nunca de querernos. Burlarnos de la distancia y decirla que ni ella ni nadie nos va a conseguir separar nunca ¿entiendes? Que si me voy te vienes conmigo, y si el que se marcha eres tú yo voy a irme contigo. ¿Sabes que pasa si no quieres que vaya? que te voy a seguir. Porque no voy a dar la razón a la distancia. Es nuestra peor enemiga como ya ves, pero nadie dijo que todo iba a ser fácil. No voy a abandonarnos. ¿Sabes lo que significa luchar? lo que vamos a hacer a partir de ahora. Juntos ¿vale? de la mano porque no puedes marcharte porque las cosas vengan mal.

(?)

No te imaginas lo que es querer correr de ti todos los días, querer hacerte cosquillas, pegarme en bromas contigo y que hagas que me enfade como una niña pequeña. Querer ir al cine solo para que me metas mano y yo te diga 'para coño, quiero ver la película'. Pasar la tarde encerrados en un cuarto sin parar de hacer el tonto, que si tengo calor (abrázame), que si ya no lo tengo (pero no me sueltes). Todavía nos quedan muchos planes juntos joder. Quiero salir a patinar de la mano, irnos de vacaciones, no dormir durante una noche entera solo para ver como duermes tú. Quiero que me sigas diciendo "sí, ña". Quiero ir a darte un beso en la boca y dejarte con la miel en los labios para dártele en la punta de la nariz. Quiero seguir dándote los buenos días y las buenas noches. Repetirte que te quiero y lo feliz que me haces. Quiero seguir durmiendo en el lado derecho de tu cama. Que sea para siempre. Quiero que en vez de leer tus mensajes me lo digas mirándome a los ojos. Que sigas enseñándome a querer como se hace de verdad. Quiero que me traigas un día el desayuno a la cama para que lo aparte y empiece contigo mi desayuno. Quiero verte en un futuro conmigo. Quiero decirte que no me vas a perder nunca. Que te voy a esperar siempre.

No todo es oro lo que reluce.

¿Sabeis lo que es aparentar felicidad y estar destrozado por dentro? Es sonreirle a la gente, reirte por cualquier tonteria y actuar como si nada malo sucediera y en cambio deseas el momento de llegar a casa y encerrarte en un cuarto para ponerte a llorar. Dices que no te ocurre nada y los únicos que te conocen bien saben que les mientes, que no estás bien. Eso no quiere decir que te ayuden. Las unicas personas que te dejan su hombro para que te apoyes son tus amigos, a los que siempre tienes ahí. Los que se preocupan día a día y nunca te dejan tirado. Que les tienes siempre que los necesitas para sacarte una sonrisa y si necesitas estar solo van a estar contigo en silencio. Solo les vas a sentir. Vas a notar que tienes a los de verdad rodeandote sin decir una palabra pero haciéndote el favor que necesitabas.

L

Ha llegado el momento de ser fuerte. Tienes que ser tú misma sin venirte abajo, levantando la cabeza sin dejar que comentarios ajenos te hagan más daño del que ya tienes dentro de tu cuerpo. Todo va a cambiar y nada va a ser como antes. Vamos a estar juntas, voy a apoyarte pero no quiero una lágrima resbalando por tus mejillas. Regálame sonrisas. Todos los días, por favor. Hazme feliz viéndote contenta. Nos tienes a todos los tuyos. Vamos a ayudarte sin dejar que te hundas. Haznos ese favor: sonríe. Y si necesitas un abrazo, prometo sacar de mis brazos ocho más.

¿Alguien mejor que yo?

No hay nadie mejor que yo para hacerte feliz y sonreír todos los días. Desde el principio de todo he estado contigo en todos los momentos tanto buenos como malos, he reído y llorado a tu lado y te he dado lo mejor de mí. Nunca se me acabarán ni las sonrísas, ni los abrazos, ni los "te quiero" para decírte cuando peor estés. Dicen que el café se enfría, las amistades se terminan y que nada dura para siempre. Pero yo me juego el cuello: ¿quieres ver como morimos juntos?

Adiós.

Las palabras no bastan y muchos de los actos sobran. Se que no soy ni he sido la mejor y tampoco soy perfecta. Quizá fue eso lo que me enamoró de ti: tu manera de verme, de aceptarme con mis defectos, de repetirme mis virtudes... Cuando realmente las cosas van mal es cuando de verdad deseo decirte lo que te quiero, lo que siento, lo que sueño. Pero busco lo mejor para ti y quiero que cada uno vaya por su lado, buscando un nuevo horizonte. Tal vez un norte, tal vez un sur... lo que te lleve lejos de mi aún sabiendo que me llevarás contigo vayas donde vayas. Quiero verte feliz como nunca lo he hecho. Después te tanto tiempo solo queda cambiar los "te quiero" por un simple "adiós".

Querido:

Los cuentos saben a poco cuando de imaginarte se trata. El sol cada vez está más bajo y el viento tarda mucho en llevarse tu olor, y esa lentitud duele al estar tan seguidamente oliendo tu perfume. La sonrisa se borra de mi cara y a pesar de estar derrumbada mi rostro se convierte en una máscara feliz. Abro las ventanas para que se esfume tu olor y me doy cuenta de que la cama sigue intacta. Todo sigue igual, incluso tan perfecto que parece que acabamos de despertar después de una bonita velada y estás observando mi despertar. Me tumbo en el nido donde intercambiábamos caricias buscando tu silueta. Pero no estás tú. Has creado una nueva vida para ti y yo puedo volver a la mía en vez de seguir en este paréntesis de tiempo tan doloroso. Supongo que me extrañen... llevo días sin aparecer por casa y no he dado señales de vida si quiera para decir que estoy bien (porque no lo estoy). Tu manera de irte ha sido silenciosa pero preferible a escuchar un adiós saliendo de tu boca. Pensé que podía prescindir de ti, que serías un simple disfrute, y ahora... ahora eres tú el que ya no quiere volver cuando antes era yo la que huía de ti. No habrá tercera vez. Esta es la carta definitiva para despedir a nuestro nosotros sin poder parar de repetir: siempre tuya.

Aparentemos normalidad.

Hagamos que parezca que no sentimos nada. Que nos hemos olvidado, que nunca nada será igual. Aparentemos ser dos extraños. Olvidemos nuestra historia por muy difícil que sea. Olvidemos los momentos, las sonrisas que salían al vernos. Hagamos que nuestras miradas se queden en el olvido y que los paseos de la mano jamás fueron reales. Olvidemos esto, lo nuestro.